„Me obligó a lamerle los zapatos. Más tarde, tuve que lamerle también las medias. No paró de humillarme en todo el encuentro. Pero estaba a gusto. La humillación y el dolor no es una excusa para no poder llegar al placer. La considero mi Ama. Debe ser tratada como una Reina, obedecerla y pagarle mi tributo. Solo así podré obtener el premio de seguir a sus pies.“

Ver Video